sábado, 30 de octubre de 2010

One way or another


Aprecia tu vida, que la primavera dura un segundo. Antes de que te acosen las arrugas y las canas, hazte el sabio y disfruta. No confundas disfrutar con destrozar, que no consiste en pasarse con todo. Claro que todo lo que digo aquí probablemente lo desdiga dentro de un tiempo. ¿Y qué? ¿Y qué si todo se derrumba? Siempre se sale de debajo de las ruinas, ya sea arrastrándonos por los escombros o explotando y tirándolo todo por los aires, como una bomba. Qué mínimo es todo, qué grande, qué relativo. La vida es un instante, eso dicen. Y qué exagerados son...

La vida está hecha de momentos únicos, sé que no soy la primera en decirlo, pero ¿realmente nos damos cuenta de lo que eso significa? Espabila, no va llegar un época en la que todo sea perfecta y maravillosa, podrá haber épocas mejores y peores, está en tu mano hacer que todas sean rememorables o al menos no lamentables. No te quedes esperando la era dorada de tu vida, toda tu existencia es de oro, plata y cobre. Todo llegará, o irás tú a buscarlo, el truco está en no quedarse parado mientras esperas para recibir o para conseguir lo que tanto ansias. Y es que cómo cuesta expresarse, lo que quiero decir es que no pienses tanto, no le des vueltas al mundo, él ya se encarga de marearnos lo suficiente, vive, vive, vive con todas tus fuerzas. Y cuando tengas que pasarlo mal intenta hacerlo lo más rápido posible, para volver con energía a las ganas de reir. Para hacer reir a quien tú quieras. Porque sobre todo, quiere. Quiere siempre a alguien, haz que tu vida sea valiosa no solo para ti. Comparte, no la merienda (aunque eso también), pero sí tu vida, tu risa. Una sonrisa es lo mejor que podemos ofrecer de nosotros mismos, la mejor presentación. Sin tener en cuenta nada más, sonríe. Que la gente se de cuenta que tú eres de los mejores, de esos que disfrutan de ver una hoja caer. Y no sientas envidia si a veces son los demás los que sonríen y tú no, saca la fuerza del dolor para darle la vuelta a la situación, sí, con una sonrisa.

Toda época de tu vida es perfecta, sólo depende de cómo lo mires.

Y por cierto, vive, es asunto tuyo. O eso dicen...

PD: la entrada de hoy no la he escrito por un estado de euforia absoluta sino porque he tenido un momento de lucidez. La de la foto, Blondie, que he estado escuchando algo de ella. Y el título, una canción suya.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Ruido silencioso

Mis padres vivían encima de una discoteca, todos los días se quejaban los de la discoteca porque hacían mucho ruido.

Así empieza Sabina una canción, de ahí el título de la entrada de hoy. Bf, es como si un torbellino hubiese entrado en mi vida, un huracán. Porque estoy montada en una montaña rusa, lo que la verdad me da igual, pero no estoy segura de a lo que llevará tanta subida y tanto bajón.

Estoy como un papel en blanco, es hora de escribir cosas nuevas, ya me he reciclado, procuraré no utilizar tanto tipex y hacer menos borrones. Sé que me toca esforzarme, para cambiar. Porque no quiero ser como quien yo me sé. En fin, el post para despotricar contra él será otro día, ¡quiero irme a la cama feliz!

Y de repente, no sé qué más decir. Me he vaciado, empty, empty... Pero no vacía en el mal sentido, sólo que ahora mismo estoy... pues eso vacía. Tan solo unas tremendas ganas de vivir, que no está nada mal, de sentir todo lo que no he podido disfrutar. Y esa euforia me asusta, esa alegría instantánea me da miedo, porque no sé si alguna vez parará. No quiero que se termine, no quiero volver a empezar, me ha costado darme cuenta de lo que hay que hacer, ¿y si es todo un movimiento de ida y vuelta?, ¿y si siempre se vuelve a empezar? La vida es una escuela, vas aprendiendo de todo lo que te pasa y no te pasa, pero ¿y si con los sentimientos, la consciencia y el inconsciente no funciona así? No sé, que pedazo de movida tengo en la cabeza.

Ahora es cuando aplico me norma de oro: ¡qué más da! Sólo hay que pensar en lo que de verdad importa, qué más da lo que tenga que pasar... Hay que pasar por la vida y no dejar que la vida pase por ti (eso lo dice mi profe de filosofía, qué tío...).

Me voy a dar otra vuelta a la montaña esta de las narices, hasta mañana, la cama también me espera... Recuérdame que algún día tengo que comentar lo mucho que adoro a mi cama...

martes, 19 de octubre de 2010

Pastillas de freno


El otro día tuve una tarde extraña, como el inicio de una novela, o al menos esa sensación me dio, que somos libres de sentir lo que queramos.

Los semáforos parecen señales de salida para la gente que espera en los pasos de cebra, como una competición para ver quién llega antes, quién se lo toma con más calma. Si estás dispuesto a no esperar que el muñequito se ponga en verde y salir pitando cuando se encienda el rojo para los coches o quedarse quieta observando al mundo andar deprisa, que parece que todos llegan tarde a algún lado. Caminando por la calle como si la tierra fuese mía, o algo parecido, como si la alegría surgiese de cada esquina, pasos saltarines, manos en los bolsillos, moviendo los brazos. Y esos cascos en las orejas, a todo trapo o muy bajito.

Llegué a casa de la señora, la señora que tenía el libro que mi tía le había dado a su hija, a por el libro. Te estaba esperando, me dijo. Parecía que se había arreglado únicamente para esa visita. Puede sonar raro, pero a mí me sonó a novelón... En fin, sensaciones extrañas.

Manos que se agarran para no soltarse, trozos de papel en los bolsillos, pensamientos divididos, tareas olvidadas. Faltan pedazos de algo. Falta algo. Algo no encaja.

El otro día leí una pregunta que no tengo ganas de darle vueltas, ¿se nace o se hace? Depende (de qué depende...), todo es relativo, ese es mi máximo. El cúmulo de circunstancias nos hacen un determinado tipo de persona, pero también nacemos de una manera. ¿Qué nos hace más persona? ¿Los genes o lo que nos rodea? Lo que nos rodea son más que nada personas, ¿nos hacemos así según las personas que nos rodean? Sí, será eso.

Partimos con un molde sin amoldar, y hasta que no nos damos cuenta de que somos nosotros los artesanos de nuestra propia vida no comprenderemos en qué consiste eso de vivir. Es el amor el que normalmente nos hace madurar, bueno el amor y un par de cosas más, al menos en mi caso. Un día despiertas y no eres la misma, pero no has dado el cambio durante la noche sino en un determinado momento empezaste a cambiar y ahora eres otra. No, no eres otra persona, es que has cambiado tu punto de vista, ya no lo ves todo gris, negro y blanco (que ya tenías gris en tu escala), ahora todo se ve con matices, has abierto los ojos. Y si sabes aprovecharte, lo verás todo con colores. Porque el mundo despierta y tú con él, vive ese mundo que se acaba de despejar para ti, sólo para ti. Disfrútalo, el mantel ya está puesto.

viernes, 15 de octubre de 2010

Say what you need to say

Tanto tiempo sin decir lo que necesito decir. Llevo tanto tiempo callándome, resignándome, cómo odio esa palabra. Mejor dejar que pase el tiempo, pensé, pero es que nada cambia, sigo sintiendo lo mismo.

Di lo que necesites decir, ¿no? Hay tanto que he dicho pero que nadie ha escuchado. A veces el silencio es la mejor companía a la que contárselo todo cuando no puedes hablar con quien de verdad quieres hablar.

Que te quise, que te quiero. Que no te quise querer, que no te quiero querer. El amor es algo tan raro, tan simple, somos nosotros los que lo complicamos. Me caí y no me levanté por apoyarme en las esperanzas. No me arrepiento, ahora se a que se refería todo el mundo, me gusta pensar que la gente no se guía por el dinero, que también, sino por el amor, un sentimiento que tiene la fuerza para hacer girar al planeta entero. Qué grande el amor, me pilló desprevenida.

¿Cómo prometer no enamorarse?
¿Cómo olvidar lo que nunca paso?
No puedo evitarlo, he dejado de luchar , ya se ira.
Y sin saber cómo, te quiero.

Y eso es todo, una estupidez al fin y al cabo, ¿qué más da lo que sienta? Lo que de verdad importa es la amistad, al menos en este caso. Pongo un ejemplo:

- Me gustan mucho las pipas.
- A mí no.
- Vale.

¡Así de simple! ¿Por qué complicarse? Si es que es muy sencillo, ¡no vamos a dejar de hablarnos porque no te gusten las pipas! Yo no puedo evitarlo, tú tampoco, no es culpa de nadie.

Fue un error lo que pasó, no voy a negarte que me hubiese gustado decírtelo pero desde luego no estando yo en ese estado. Lo siento mucho si te ha molestado, créeme, no fui yo, fue mi subconsciente, ya ves el poder que tiene.

PD: ¿el tipi sigue en pie?

domingo, 10 de octubre de 2010

Pañuelos de no llorar

Estoy costipada, o constipada como dice mi hermana, no puedo respirar y eso es precisamente lo que más necesito hacer hoy. Pero eso no quita que este dia ha sido uno bueno. Porque en mi cabeza yo me había metido un virus de optimismo, que no soy ni seré como antes.

Así es que te diré que he tenido un día horrible como hija, y como estudiante... Pero el resto ha estado bien. No me gusta no sentirme a gusto conmigo misma, es incómodo mirarme al espejo y al ver tu reflejo veas algo que no te convence, que odias. Quizás odiar sea excesivo, pero algo parecido. En fin, mi pensamiento positivo anda un poco tocado estos días y ¡NO! No hay nada peor que volver hacia atrás cuando te ha costado tanto avanzar.

Y otro pañuelo más a la papelera, ¡si es que parece que lloro por la nariz!

Estaba yo escuchando una canción de Sabina, Pastillas para no soñar, y se me ha ocurrido: ¿quién no va a querer soñar? Es todo lo que te queda cuando no tienes nada, lo que te levanta del agujero más profundo. Soñar con todo lo que tiene que venir, con lo que más desees. Ay, esto hay que pensarlo mucho y escribirlo en profundidad, ¿o será al revés? Se me ha bloqueado la mente, no debería haber empezado a teclar... Demasiada mucosidad para pensar, ¡a lo mejor se me está cayendo el cerebro!

A ver qué tal me va mañana, seguuuuro que consigo recupearar mi pensamiento optimista y todas las normas que me había marcado, y esta vez prometo coserlos a mi piel (como la sombra vaya...).

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Hasta mañana en el desayuno!

viernes, 8 de octubre de 2010

Y tiene nombre de mujer

Bfff, ¡cuánto tiempo! Volví de allí hace ya dos semanas, esas han sido mis vacaciones, tanto por hacer y tan poco pensar en... Ultimamente he estado mega-ultra-hiper (prefijos...) agobiada, yo... ¡que me ahogo en un vaso de aire! Todo está en su sitio, aunque todo esté cambiado. La gente tiene metamorfosis, o quizás sólo haya sido yo.

Joe, en este tiempo he pensado muuuchas cosas, muchas por decir, nada por callar. Solamente una, a lo mejor algún día saldrá. Está escrito en un borrador, como tantas otras, no lo terminé. Será mejor así, ¿no? Siempre esa interrogación, tal y como están las cosas ¿por qué quiero arriesgarme? Si sé la respuesta, ¿para qué soñar cosas imposibles? Pues porque así funciona el cerebro, pero la cosa es que no quiero limitarme a soñar, al menos no contigo. No es justo, ser así de cobarde no me gusta. Pero es que aquí lo de ser valiente no me va a valer mucho.

Otra cosa... todo nuestros pensamientos... ¿son reclicados? Me gusta creer que cuando pienso algo, alguien en cualquier lugar, o incluso en cualquier tiempo, ha pensado eso también. No nos conocemos, pero toda la tierra comparte ideas, sentimientos,... Son todos los mismos, todos usados, ninguno nuevo. Quizás nuevo en nosotros, pero no para el mundo. Tanto se le ha escrito al amor, ¿no debería estar ya harto del tributo de los huevos? Estoy segura de que es el tema más discutido, admirado, odiado, etc.

La gente suele decir que el mundo, es decir, ellos mismos, se mueve por y para el dinero. No por poder, no por su atractivo físico, que también son factores tremendamente influyentes, sino por dinero. Papel, es papel, a veces incluso virtual (por eso de la bolsa bursátil, es que estoy estudiando economía, ya contaré...).

No puedo creer que en un país taaaaaaan apasionado por el ejército, con esa devoción por la patria y demás, no deje que una persona con una determinado orientación sexual sirva. Super fuerte. ¿Quiénes se han creído que somos? ¿Quiénes nos hemos creído que son? Todos somos igual de insignicantes, ¿por qué te crees mejor y superior, y simplemente con más poder, para prohibir al colectivo homosexual casarse? No me gusta hablar de la política, especialmente de la española, está demostrado (¿científicamente?) que discutir, ya sea con buenas intenciones o con ganas de insultar, con determinadas personas es algo muy dañino para los oídos, y para el cerebro. Tanto odio hacia algo... Y que conste que hablo de un tipo de determinadas personas, no me refiero a esas que respetuosas, racionales, que pueden entablar un dialógo sin ofender a nadie,... ¿Conocéis a alguna de ese tipo? ¿A cuántas?

OMG, cuántas injusticias, cuánta ira y rabia crean,... Y la gente sentada, y la que está de pie intentando defender... Son tan pocas, y yo aquí sentada... ¿De qué sirve estudiar? ¿De qué sirve la moda? ¿De qué sirve nada? Mira cómo está el mundo, ¿realmente vale la pena construir y educar a jóvenes sobre una plataforma tan podrida, tan inestable, tan falsa, tan superficial?

Y con ésta y un bizcocho, hasta mañana a las ocho (y vente...).

PD: ¡¡hoy he vuelto a correr!!