viernes, 8 de octubre de 2010

Y tiene nombre de mujer

Bfff, ¡cuánto tiempo! Volví de allí hace ya dos semanas, esas han sido mis vacaciones, tanto por hacer y tan poco pensar en... Ultimamente he estado mega-ultra-hiper (prefijos...) agobiada, yo... ¡que me ahogo en un vaso de aire! Todo está en su sitio, aunque todo esté cambiado. La gente tiene metamorfosis, o quizás sólo haya sido yo.

Joe, en este tiempo he pensado muuuchas cosas, muchas por decir, nada por callar. Solamente una, a lo mejor algún día saldrá. Está escrito en un borrador, como tantas otras, no lo terminé. Será mejor así, ¿no? Siempre esa interrogación, tal y como están las cosas ¿por qué quiero arriesgarme? Si sé la respuesta, ¿para qué soñar cosas imposibles? Pues porque así funciona el cerebro, pero la cosa es que no quiero limitarme a soñar, al menos no contigo. No es justo, ser así de cobarde no me gusta. Pero es que aquí lo de ser valiente no me va a valer mucho.

Otra cosa... todo nuestros pensamientos... ¿son reclicados? Me gusta creer que cuando pienso algo, alguien en cualquier lugar, o incluso en cualquier tiempo, ha pensado eso también. No nos conocemos, pero toda la tierra comparte ideas, sentimientos,... Son todos los mismos, todos usados, ninguno nuevo. Quizás nuevo en nosotros, pero no para el mundo. Tanto se le ha escrito al amor, ¿no debería estar ya harto del tributo de los huevos? Estoy segura de que es el tema más discutido, admirado, odiado, etc.

La gente suele decir que el mundo, es decir, ellos mismos, se mueve por y para el dinero. No por poder, no por su atractivo físico, que también son factores tremendamente influyentes, sino por dinero. Papel, es papel, a veces incluso virtual (por eso de la bolsa bursátil, es que estoy estudiando economía, ya contaré...).

No puedo creer que en un país taaaaaaan apasionado por el ejército, con esa devoción por la patria y demás, no deje que una persona con una determinado orientación sexual sirva. Super fuerte. ¿Quiénes se han creído que somos? ¿Quiénes nos hemos creído que son? Todos somos igual de insignicantes, ¿por qué te crees mejor y superior, y simplemente con más poder, para prohibir al colectivo homosexual casarse? No me gusta hablar de la política, especialmente de la española, está demostrado (¿científicamente?) que discutir, ya sea con buenas intenciones o con ganas de insultar, con determinadas personas es algo muy dañino para los oídos, y para el cerebro. Tanto odio hacia algo... Y que conste que hablo de un tipo de determinadas personas, no me refiero a esas que respetuosas, racionales, que pueden entablar un dialógo sin ofender a nadie,... ¿Conocéis a alguna de ese tipo? ¿A cuántas?

OMG, cuántas injusticias, cuánta ira y rabia crean,... Y la gente sentada, y la que está de pie intentando defender... Son tan pocas, y yo aquí sentada... ¿De qué sirve estudiar? ¿De qué sirve la moda? ¿De qué sirve nada? Mira cómo está el mundo, ¿realmente vale la pena construir y educar a jóvenes sobre una plataforma tan podrida, tan inestable, tan falsa, tan superficial?

Y con ésta y un bizcocho, hasta mañana a las ocho (y vente...).

PD: ¡¡hoy he vuelto a correr!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario